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24M: “Nunca Más”, recordar para no repetir

24M: “Nunca Más”, recordar para no repetir

En el marco de las actividades previstas para reflexionar sobre el terrorismo de Estado en Argentina, Ana Iliovich participó de un conversatorio en el Campus.

Como cada año, la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) promueve diversos eventos por el “Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia” con el objetivo de reflexionar sobre la dictadura cívico-militar (1976 – 1983), defender la democracia y consolidar el respeto de los derechos basados en los principios del diálogo y el consenso.

En el marco de la Agenda 24M, Ana Iliovich visitó el Campus. La psicóloga, educadora y escritora nacida en Bell Ville estuvo secuestrada en el centro clandestino de detención “La Perla” y es una sobreviviente del terrorismo de Estado.

En vísperas a un nuevo aniversario, encabezó el conversatorio denominado Deseo de memoria y cita entre generaciones que le permitió compartir su experiencia con un público donde predominaron las juventudes.

Luego de ser presentada por un grupo de estudiantes del Instituto de Ciencias Sociales, Ana celebró la posibilidad de ser partícipe de un intercambio horizontal e intergeneracional “para contar nuestra historia, la de mi generación de los ´70”.

“Como sobreviviente de un centro clandestino de detención, tortura y exterminio siento una responsabilidad muy importante con aquellos que no tienen voz porque fueron asesinados y silenciados. Transmitir lo que nos pasó y poder contarlo en primera persona tiene sentido para no repetir”, afirmó.

Ante el avance de posiciones negacionistas que pretenden relativizar o banalizar lo ocurrido durante el período de dictadura, recordó que no fueron excesos sino “delitos de lesa humanidad, un genocidio probado por la Justicia civil”.

Consultada por los motivos que la llevaron a participar de la militancia estudiantil en la década de 1970, Ana reveló que podría haberse quedado en su casa pero sentía dolor por la injusticia social: “Estaba convencida, y aún lo estoy, de querer una sociedad mejor”.

En distintos momentos de la charla enfatizó que su posibilidad de “sobrevida” tras el horror de aquellos años que marcaron su vida y la obligaron a exiliarse en Perú no la definen completamente, sino que sus facetas como profesional, madres y escritora “le dan sentido a ser sobreviviente”.

Abierta, dispuesta y amorosa, compartió lo que vivió a las nuevas generaciones que se acercaron a escucharla en la Biblioteca Central de la UNVM. “Para las y los jóvenes de hoy 1976 queda tan lejos como 1810 y el relato de los libros es una historia lejana para ellas/os. Quienes quedamos vivos sentimos la obligación, aún en un contexto de hostilidad importante hacia todo lo que tiene que ver con el ejercicio de la memoria, la verdad y la justicia, de recordar para no repetir. De eso se trata”, sostuvo.

Atenta al momento histórico que atraviesa el país y en el marco de su primera visita a la casa de altos estudios local, Ana exhortó a defender la Universidad Pública: “Es un derecho que debe ser garantizado por un estado presente, no es un lujo”, sostuvo.

Asimismo, adhirió al sostenimiento y la propuesta activa de actividades de reflexión porque “la memoria es posible cuando uno encuentra a quien quiera escuchar”, admitió.

Cabe precisar que este conversatorio precedió a la jornada “La Memoria habita en los Derechos” y fue organizado por la Secretaría de Bienestar, el Instituto de Investigación, el proyecto de investigación del Instituto de Ciencias Sociales Derivas y porvenir en el tratamiento y la orientación de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en Argentina: un abordaje desde la Izquierda Lacaniana.

Durante la semana previa al 24M, distintas áreas de la casa de altos estudios local junto la Asamblea Estudiantil UNVM, la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad de Villa María (ADIUVIM) y la Asociación del Personal de la Universidad de Villa María (APUVIM) propusieron ciclos de cine-debate, radio abierta, creaciones artísticas e intervenciones culturales.

Muestra “Las Formas de la Memoria” en el Campus de la UNVM

Muestra “Las Formas de la Memoria” en el Campus de la UNVM

Durante la Semana de la Memoria, la Secretaría de Bienestar de la UNVM junto al Programa de Historia Oral y Memorias Locales de la Municipalidad de Villa María instaló una exposición que rinde homenaje a desaparecidas/os de la ciudad durante el terrorismo de Estado. Podrá visitarse hasta finales de marzo.

En el marco de la Semana de la Memoria organizada por la Mesa de Derechos Humanos de la ciudad, la Secretaría de Bienestar de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) junto al Programa de Historia Oral y Memorias Locales de la Municipalidad, realizó la instalación de la muestra “Las Formas de la Memoria” en el Hall de Bedelía del Campus Universitario.

La exposición recopila las historias de 19 personas desaparecidas y asesinadas en Villa María durante el terrorismo de Estado, y de este modo busca homenajear y corporizar simbólicamente sus ausencias. Esta muestra, además, es el resultado de una investigación colectiva que surgió en el 2015 desde el Programa de Historia Oral y Memorias Locales de la Municipalidad de la ciudad.

«Un montón de personas hicieron y siguen haciendo posible esta propuesta, sobre todo, la voz brújula de familiares, amigas y amigos de las personas desaparecidas», comentó una de las integrantes del Programa de HO y ML, profesora Virginia Reyneri, quien además enfatizó que: «es indispensable seguir pensando y construyendo juntas y juntos políticas de Memorias locales».

Por su parte, desde la Secretaría de Bienestar, la Nodocente Lic. Natalia Orpianesi, indicó que la instalación podrá visitarse hasta finales de marzo. “La idea es continuar fortaleciendo las políticas de Memoria desde la comunidad universitaria y poder aportar a los procesos de Memoria, Verdad y Justicia desde la recuperación de los testimonios, las historias de vida y militancia de compañeras y compañeros”, expresó.

 

Liliana Guillot, reconocida por su compromiso con los DD.HH.

Liliana Guillot, reconocida por su compromiso con los DD.HH.

La investigadora y docente jubilada de la UNVM recibió la distinción “Tato Pavlovsky”, otorgada por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, junto a otras personalidades comprometidas con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia.

Una trayectoria se construye con hechos y se funda en pensamientos y convicciones a través de la vida. Esta coherencia, transmitida a través de su paso por las aulas y organizaciones fue reconocida recientemente en el marco del 45º aniversario del golpe de estado cívico – militar de 1976.

Liliana Guillot fue profesora de la Universidad Nacional de Villa María hasta 2019 y hoy continúa su actividad como investigadora en diferentes proyectos que rescatan, para mantener la vigencia, la memoria de aquellos fatídicos acontecimientos.

– ¿Cómo recibiste la noticia de esta distinción y de qué manera la resignificás en esta etapa de tu vida?
– Para mí fue una sorpresa, es un premio que por primera vez se otorga y de aquí en más se seguirá entregando. Tiene que ver con la historia, con la formación de todos aquellos que tuvimos problemas durante la dictadura cívico, eclesiástica, militar y hemos seguido creando algunas cosas, con el ser coherente, con toda una vida de pelear contra el olvido.

En los últimos años de trabajo en la Universidad, básicamente en investigación, he podido redondear una ideología que nace cuando empiezo a estudiar cine, allá en la primera etapa de la Escuela antes que los militares la clausuraran y era muy fuerte la responsabilidad ideológica de los alumnos sobre qué hacer a través del arte para pelear por una sociedad más justa. Todos mis trabajos han tenido que ver con eso, mi primera tesis tuvo que ver con las infancias abandonadas en las villas de Córdoba.

Acerca de este trabajo, Liliana rememora la “inconsciencia y valentía juvenil” y ríe, evocando el momento: “fuimos a mostrarle el documental al gobernador militar de Córdoba”.

En la Universidad con perspectiva de género
En este andar por las aulas, Guillot destacó el trabajo con realizadoras mujeres. “Siempre hemos tratado de que filmen para romper con esa tendencia de que la mujer va a producción o a llevar el café. Desde las cátedras insistimos para que las chicas se hicieran cargo de grabar, hacer los guiones, dirigir… y hemos tenido trabajos bellísimos donde se ha afianzado la confianza y creo que eso es también parte de la memoria”.

Este proceder no es producto de la casualidad: “mi formación en la Escuela de Cine tuvo todo esto y yo siento que hay que continuarlo”, señala.

Durante la charla, Guillot evoca las diferentes acciones producto de proyectos de investigación que se llevaron a cabo con Danzamble, dirigido por otra docente de la UNVM, Gabriela Redondo.

“La Universidad Nacional de Villa María nos permitió seguir adelante el trabajo de la memoria y es así que ya llevamos tres investigaciones y seguimos caminando todas juntas. Es una maravilla la sensación de un colectivo donde estoy yo como docente jubilada y comparto con chicas que aún no han terminado la Universidad, eso es lo realmente fascinante”.

Dialogar con Liliana, emociona. La vitalidad en la lucha por un mundo más justo e inclusivo es contagiosa. Sin dudas, el premio Tato Pavlovsky, está en muy buenas manos.

 “Memoria, Verdad y Justicia”, un nuevo aniversario para no olvidar

 “Memoria, Verdad y Justicia”, un nuevo aniversario para no olvidar

Bajo el lema “A 45 años del Golpe HAY MEMORIA”, la UNVM se sumó junto a diferentes organizaciones e instituciones a la conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.

El 24 de marzo se cumplió un nuevo aniversario del golpe cívico militar perpetrado en Argentina por la fuerzas militares. Como institución pública que reivindica los valores y el sentido de la democracia diferentes espacios universitarios participaron activamente en la organización de actos que recordaron el  día que inició el terrorismo de Estado bajo la dictadura militar.

Con la consigna de “plantar memoria” los gremios ADIUVIM y APUVIM distribuyeron y plantaron árboles sumándose, de esta manera, a la campaña impulsada a nivel nacional. Cabe destacar que  fueron 45 algarrobos donados por la Secretaría de de Planificación de la UNVM.

El martes 23 de marzo, la Mesa de Trabajo #24M Villa María (de la que forma parte la UNVM) organizó el Conversatorio “Memorias y disidencias”, con la participación de Elvio Toscano, Daniel Tortosa y María Alejandra Navarro, a través de la plataforma Zoom. Luego, a las 20 horas, en el Parlamento de los Niños del Centro Cultural Leonardo Favio, se proyectó el corto “Invocación” y tuvo lugar la conferencia “Cuerpos secuestrados”, a cargo de la psicoanalista Yael Noris Ferri. El cierre estuvo a cargo de Camila Felipe, interpretando repertorio de Liliana Felipe.

La comunidad, luego fue convocada a la tradicional vigilia que se realiza todos los años en el Reloj del Sol “Memoria sin tiempo”; un lugar emblemático en Villa María, ya que cada una de sus piedras representa una persona desaparecida de la ciudad. Allí se concretaron intervenciones artísticas, proyecciones y hubo un micrófono abierto donde diferentes exponentes reflexionaron acerca de la fecha convocante.

En la oportunidad, desde el Instituto de Extensión se invitó a la realización de un mural colectivo donde se plasmó de modo surrealista eventos, figuras y recuerdos con un mensaje alusivo a la Memoria.

Por su parte, a editorial universitaria EDUVIM puso a disposición a través de su web eduvim.com.ar, hasta el día 26 de marzo, la descarga gratuita del libro “Tantas voces, una historia” de Vera Jarach y Eleonora Smolensky, luego de completar un breve formulario.

Memorias de la resistencia: el arte como elemento movilizador

Memorias de la resistencia: el arte como elemento movilizador

Investigadoras de la UNVM recuperaron las estrategias de sobrevivencia de las mujeres detenidas por la última dictadura Argentina. Lo hicieron a través de una videoperformance que diluye fronteras y luego de “bucear en sus vivencias”.

Una investigación de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) propone evidenciar los lazos y “las tramas muchas veces ocultas” desde las memorias de la resistencia y rescatando a “la performance como territorio de cruces” a través del cual reivindican la lucha de las mujeres por sus derechos en distintos períodos de la historia. La propuesta caracterizó a la videoperformance como “una modalidad artística que combina el video como medio audiovisual, entendido bajo una concepción de creación activa y el cuerpo como soporte para la reflexión sobre la identidad y el arte” y como “un acto único realizado en un entorno de cuyas características se ha apropiado”.

 

En una primera instancia, desde 2016, el equipo de investigación se abocó a estudiar las “estrategias de sobrevivencia de las mujeres detenidas por razones políticas en Argentina durante el período 1976/1983”. La primera etapa implicó el estudio y la reflexión colectiva desde diferentes ópticas. En esa instancia, “se hizo evidente que la mayoría de las integrantes, que no habían transitado ese período histórico de la Argentina, necesitaban, para comprenderlo en profundidad, introducirse en dicha problemática desde un lugar más cercano y comprometido”. Con ese objetivo, recorrieron lugares emblemáticos de la memoria: la Escuela de Mecánica de la Armada (Ex -ESMA), especialmente el terrorífico Casino de Oficiales; y el Parque de la Memoria-Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, ubicado en la franja costera del Río de la Plata de la Ciudad de Buenos Aires. “Esas 72 horas, caminando sobre el horror, fueron determinantes en la comprensión que alcanzó el grupo sobre el fenómeno represión”, relataron.

Posteriormente, el equipo recorrió el Archivo Provincial de la Memoria (Ex D2) en el Pasaje Santa Catalina de la Ciudad de Córdoba, y el Espacio para la Memoria La Perla, uno de los Centros Clandestinos de Detención Tortura y Exterminio más grandes dentro del aparato represivo de la última dictadura cívico-militar; junto a Ana Mohaded, ex detenida y actual decana de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba.

“Este complejo camino implicó para nosotras un antes y un después, ya que nos permitió bucear en las vivencias de decenas de mujeres detenidas durante esa etapa terrorífica”, relataron en el informe de investigación.

También reunieron fotografías de los rostros de jóvenes asesinadas/os y desaparecidas/os durante la dictadura argentina que constituyen “una de las formas más usadas para recordar, representar, vivificar”. Sobre este acervo relataron: “Estas fotos devuelven una noción de persona, aquella que en nuestras sociedades condensa los rasgos más esenciales: un nombre y un rostro. La imagen permite la constitución de la noción de persona, haciéndola salir del anonimato de la muerte, para recuperar una identidad y una historia. Lo que se quiso ocultar con la desaparición fue poco a poco revelado por la fotografía de miles de rostros que en diversos rituales y lugares interpelaron e interpelan al pasado, al Estado, a la Justicia y a la nación como un todo. La fotografía, que originalmente retrató a un ciudadano y luego a ese mismo individuo como desaparecido, nos muestra que más allá de la intención de su producción, lo que interesa como dato etnográfico es el modo en que pasa a informar de esta nueva noción de persona que es la de desaparecido”.

Finalmente, el cuerpo intervino como “soporte y medio en el proceso creador” utilizando vendas y esposas como “disparadores de composición a la improvisación y la libre expresión”. “Creemos que la composición en danza supone sumergirnos en una pluralidad de estrategias: lecturas, entrevistas, viajes, películas, música, objetos, y esos fueron algunos de los recursos que utilizamos para indagar sensaciones y explorar calidades de movimientos; estableciendo un proceso que permitió componer desde un lugar genuino. En una segunda instancia, apareció el abordaje técnico como procedimiento operativo de ejecución, y la decisión de privar la visión en las intérpretes provocó un reforzamiento de la capacidad perceptiva de ajuste espacial/temporal que fue canalizada a través de la técnica de contac improvisación, técnica de danza contemporánea que se caracteriza en el apoyo de puntos de contacto físico como punto de partida para la exploración, ejecución y composición de secuencias de movimiento, basadas en la confianza, el encuentro y la entrega, lo que generó, creemos nosotras, un verdadero sentido de sororidad al trabajo”, puntualizaron.

La obra resultante reunió diversas disciplinas artísticas que interactúan entre sí con el fin y la convicción de contar una historia de “las mujeres detenidas y secuestradas durante la dictadura”, y que como resultado la videoperformance profundizó en “la lucha de esas mujeres para no morir a pesar de estar secuestradas, detenidas, torturadas”, y que a su vez “fue un homenaje a las que sí murieron”.

Memorias de la Resistencia I fue interpretada el Danzamble, elenco del Instituto de Extensión de la UNVM. La investigación es dirigida por Liliana Guillot y Gabriela Redondo.

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