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Participación ciudadana y relaciones sociales internacionales

Participación ciudadana y relaciones sociales internacionales

El libro de Elizabeth Theiler, editado por Eduvim, aborda la sociedad civil organizada y su incidencia a escala trasnacional en los bloques políticos regionales de América Latina.

Ciudadanía regional y relaciones sociales internacionales en América Latina (1991-2015), de Elizabeth Theiler, es un libro que invita a reflexionar sobre “la puesta en valor del activismo participativo en todos los espacios posibles de la política democrática”. Editado por Eduvim para su colección Poliedros, cuenta con prólogo de María Susana Bonetto quien reconoce que “desde una perspectiva constructivista, los aportes realizados por la autora referidos a las estructuras y a las interacciones internacionales, se diferencian de otros análisis que no plantean una teoría acabada”. En este libro, las hipótesis de trabajo se vinculan “con la construcción social de la realidad, que se propone y expande en las últimas décadas en América Latina”.

En poco más de 250 páginas, Theiler analiza de manera rigurosa y académica “las subjetividades de los pueblos”. Consultada sobre los principios que fundan el texto, la autora asegura que “se trata de una construcción teórica, pero también con validación empírica, respecto de cuál es el volumen y luego cómo es la manifestación de las relaciones internacionales tomando en cuenta un actor fundamental como es la sociedad”.

-¿Cuál es el origen del libro?

-Este libro se desprende de uno anterior, Estado y sociedad civil, y lo que va a tratar de hacer es ver cómo se articula esa sociedad, ya sea la que pertenece a la dimensión de las organizaciones sociales más movilizadas por cuestiones conceptuales, como también las organizaciones que nuclean a los sectores empresariales y productivos; al momento de generar condiciones en el espacio regional internacional para incidir en la agenda de las políticas a nivel nacional.

-¿Cómo se aborda este tipo de temáticas?

-Fundamentalmente tiene que ver con un posicionamiento latinoamericano en el cual lo que se trata de desagregar es una categoría de social en medio de lo que son las relaciones internacionales. Es decir, hablamos de relaciones sociales internacionales, lo cual implica la previa necesidad de establecer que las relaciones internacionales no aluden solamente a las relaciones entre Estados refiriéndose a la institucionalidad de las cancillerías. Gran parte de este texto va a tratar de reconstruir conceptualmente las categorías que intervienen en los actores que hacen a las relaciones internacionales y, luego, analizar cómo esas posibilidades de acción se dan tanto en el plano formal como en el plano informal. La bibliografía apunta a determinar cuáles han sido los canales institucionales que se fueron creando y se toma como caso de estudio el Mercosur y las cumbres sociales, como una entidad institucional para la participación, así como esos canales informales que han tenido que ver con las movilizaciones que han hecho réplicas y que luego se fueron transformando en leyes.

 

“Este libro va a tratar de hacer es ver cómo se articula la sociedad civil al momento de generar condiciones en el espacio regional internacional para incidir en la agenda de las políticas a nivel nacional”.

 

-¿De qué manera fue evolucionando la relación de la sociedad civil con estos bloques políticos en el periodo analizado?

-Se toma desde el inicio del Mercosur porque ahí lo que hacemos es analizar, en una primera instancia, cómo en la letra del Mercosur ya se comienza a dar algún atisbo si lo comparamos con lo que era la Comunidad Europea. Ya en el caso del Mercosur había menciones de lo que debía ser una participación, aunque estaba planteada más como una idea de lo aspiracional antes que de lo concreto. Luego, particularmente, se hace un análisis de lo que fueron las acciones en los gobiernos que tuvieron que ver con lo que se podrían llamar las nuevas izquierdas latinoamericanas, distintas acciones vinculadas con modelos más progresistas en América Latina, donde hay se da un amplio crecimiento. Eso se dio de manera paralela y simultánea a la formalización de las estructuras, como por ejemplo el Parlasur y las cumbres sociales que se organizaron luego de las cumbres de presidentes, y ahí hay otro corte de inflexión en el encuentro de Mar del Plata del año 2005 con los reclamos al ALCA, y donde se organiza la sociedad civil para su participación, Argentina crea el Consejo Consultivo de la Sociedad Civil y, de esa manera, canalizan lo que era la expresión en la calle o más espasmódica dentro de una estructura institucional. Entonces, esa sociedad civil tenía mayor entidad institucional en la esfera del Mercosur que en la esfera de los gobiernos domésticos.

-¿Cuál es el principal aporte?

-Lo que va a demostrar esta tesis es el ida y vuelta del espacio regional para potenciar la efervescencia o la necesidad de visibilizar la agenda y luego trasladarla a los espacios legislativos nacionales. Argentina, en relación a los otros países del Mercosur, ha tenido una clara vanguardia no solo en las sanciones de las leyes, sino también en la representación histórica de las organizaciones sociales que se hacían presentes en las cumbres.

-En el libro se toman como ejemplo la Ley de Salud Mental y la Ley de Servicios de Comunicación audiovisual. ¿Cómo operaron esos procesos?

-Eso fue muy importante, porque esa sociedad civil es una sociedad civil absolutamente informada que, de alguna manera, eran consultores y eran las personas que académicamente y en el territorio venían haciendo sus diferentes estudios. Qué hacen en el ámbito regional: refuerzan la construcción de los argumentos. Pasó también con temáticas como sustentabilidad alimentaria, trabajo, matrimonio igualitario. Han sido temas que se pueden mostrar allí cómo organiza dentro de la agenda de las cumbres el proceso de la construcción del argumento fundado, y las sanciones de leyes que se dan de manera posterior. La última es la interrupción voluntaria del embarazo que también tiene sus raíces en estos armados cerca del año 2008.

“Lo que va a demostrar esta tesis es el ida y vuelta del espacio regional para potenciar la efervescencia o la necesidad de visibilizar la agenda y luego trasladarla a los espacios legislativos nacionales”.

-El libro surge como una tesis de maestría y una tesis doctoral. ¿Cómo conviven la gestión y la vida académica y de qué manera se dio el proceso de escribir el texto académico en libro?

-A quienes nos apasiona poner a consideración algunas reflexiones, nos llena de ganas poder escribir. El hecho de estar en la función como vicerrectora tiene la potencialidad de poder hablar con mucha gente y esa escucha va generando disparadores que enriquecen la posibilidad de escribir. Poder publicarlo ofrece una gran oportunidad de validación, porque no se deja escrito, sentado y firme un posicionamiento, sino que se deja la posibilidad de una discusión porque esas siguen siendo las lógicas de validación del conocimiento científico y a partir de eso uno se puede interpelar.

-En ese sentido, ¿cuál considera usted que es el rol de las ciencias sociales?

-Soy ferviente trabajadora de producir y reproducir marcos conceptuales a nivel latinoamericano. Esta reflexión ofrece poder situar las líneas analíticas agregando a la tradicional discusión europea y anglosajona una visión para conocer los procesos que se dan en Latinoamérica. Por eso, invito a seguir pensando encuadres de lectura e interpretación que habiliten la discusión de los fenómenos que acontecen en América Latina.

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