Para la realización del libro, surgido a partir de una tesis de maestría, se entrevistó a mujeres periodistas de Argentina y América Latina, con el objetivo de relevar las condiciones de ejercicio y situación social del periodismo profesional de mujeres en el siglo XXI.
La investigación sostiene que “la masculinidad y el poder de las fuentes imponen a las periodistas la práctica de disputar contra ese esquema instituido de los medios de comunicación y de las organizaciones sociales”.
La tesis buscó “admitir e integrar lo diverso de nuestros territorios en la praxis diaria de la comunicación social; y deliberar y militar una nueva configuración ética latinoamericana, basada en principios de reciprocidad simétrica a nivel de coexistencia intelectual y epistémica y, fundamentalmente, de conducta humana íntegra.”