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A través de un proyecto de extensión universitaria trabaja en su conservación y protección junto a organizaciones campesinas del noroeste provincial.

En un escenario crítico para la Provincia, donde sólo sobrevive medio millón de hectáreas de bosque nativo -de las 12 millones que existían a principios del siglo XX-, la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) asume un rol clave en la preservación socioambiental de esos espacios.

Junto al Colectivo La Jarilla (CLJ), integrantes de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables encabezan el proyecto de extensión universitaria denominado Re-existiendo con el Monte Nativo. Acciones necesarias para el sostenimiento y reproducción de los bosques nativos en Córdoba que busca articular los saberes académicos y comunitarios para su protección.

El objetivo principal es preservar la flora y la fauna de esos territorios y resguardar también los saberes ancestrales y vínculos culturales que circulan en las comunidades campesinas que habitan en esos lugares.

Según comentaron las/os protagonistas, esta iniciativa busca brindar apoyo técnico y legal a las familias campesinas para que, entre otras acciones, puedan formar parte de los Planes de Conservación de Bosques Nativos (PCBN) y así acceder a las líneas de crédito que son necesarias para el cuidado de esos territorios.

Además, impulsa espacios de formación, reflexión y organización colectiva. «Se trata de democratizar el acceso a una política pública que, aunque existente, muchas veces resulta inaccesible por falta de información, conectividad o recursos», señaló la docente e integrante del proyecto, Mónica Pedernera.

Resulta importante mencionar que este abordaje territorial se lleva adelante en colaboración con organizaciones del Movimiento Campesino de Córdoba (MCC), específicamente con la Asociación de Pequeños Productores del Noroeste de Córdoba (APENOC) y la Unión Campesina de Traslasierra (UCATRAS), y sus objetivos van en sintonía con lo que se legisla en la Ley Provincial N° 9.814 sobre Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos.

“La Universidad pública tiene una responsabilidad indelegable con los territorios y esta experiencia es una muestra concreta de cómo la ciencia puede y debe trabajar en diálogo con las comunidades, reconociendo sus saberes y trayectorias en los propios espacios que ellos habitan”, afirmó la licenciada y añadió: «Concretamente lo que buscamos es promover ese diálogo y que eso luego pueda traducirse en delinear acciones que favorezcan el cumplimiento de las normativas vigentes y que eso permita a estas comunidades acceder a financiamientos que complementen el arraigo rural».

«Estos planes permiten a las familias campesinas acceder a fondos de compensación por conservar el monte nativo, un recurso vital no solo para la biodiversidad, sino también para el sostenimiento de modos de vida ancestrales y de bajo impacto ambiental», señaló Pedernera.

Consultada sobre los territorios donde vienen trabajando actualmente, indicó que el área de intervención se concentra en zonas rurales de los departamentos Minas, Pocho, San Alberto, San Javier y Cruz del Eje, categorizadas como zonas rojas en el mapa de ordenamiento territorial: “áreas de máxima protección por su alto valor de biodiversidad», sostuvo.

«En tiempos de crisis ambiental y concentración de tierras, el monte nativo resiste gracias a quienes lo habitan, lo cuidan y lo defienden. Y en ese esfuerzo colectivo, la UNVM no se mantiene al margen: se involucra, aprende y acompaña. Porque conservar el monte no es solo proteger la biodiversidad, sino también sostener la vida», concluyó.

Resulta relevante destacar que este equipo viene avanzando en este sentido desde hace más de 6 años y que la iniciativa fue aprobada y financiada por el Instituto de Extensión de la UNVM en sus últimas dos convocatorias a proyectos.

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