Portal de Noticias

Estudiantes de la UNVM que se encuentran en Colombia cuentan la experiencia de pasar estos días lejos de Argentina.

Una consigna se impone: quédate en casa. Pero muchos tienen que pasar este asilamiento lejos, fuera de casa. Esa es la situación de estudiantes de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) que se encuentran realizando un proceso de movilidad estudiantil en Cartagena de Indias, Colombia. Desde esa ciudad relatan cómo viven estos días ante las medidas tomadas para evitar la propagación del Covid-19.

“El coronavirus está impactando acá también y vivirlo a distancia hace reflexionar sobre asuntos de las vidas personales. Hoy se extrañan las familias y los amigos, porque estamos distanciados, pero nos sentimos bien acompañados y es uno de los aprendizajes que más valoro”, describió Jorge Reyna.

Actualmente vive en una casa de barrio Almirante Colón, a unos 50 minutos del Centro Histórico, junto a estudiantes de México y Argentina. “Acá estamos aplicando las normas que exigen los gobiernos, nacional y el municipal, y hace desde el domingo que no salimos porque la dueña de casa tiene problemas asmáticos, entonces decidimos estar sin contacto con la zona de comercios y turismo”, agregó.

 

 

Como medida principal, los habitantes de la casa decidieron no ir a la playa, ni al Centro Histórico. “Estamos en cuarentena y se dictó un toque de queda de 18 a 4 de la mañana, por eso estamos aplicando la vida casera, con juegos de mesa, charlas y afianzando las relaciones con las personas con las que convivimos”, explicó.

En la casa son ocho personas conviviendo las 24 horas, por lo que establecieron “normas generales” para “respetar” los espacios. “Somos personas que no nos conocemos en profundidad porque hace poco que estamos juntos, pero es un proceso que llevamos con calma y de la mejor forma, confiando en la capacidad de los gobiernos y los profesionales para que se pueda resolver este tema”, reflexionó.

Según el estudiante, la mejor manera de colaborar es “quedándose en casa y tratar de que no se propague el virus”.

Por su parte, Anabela Kern también opinó sobre la situación que se vive en Colombia para hacer frente a la pandemia. “Se tomaron una serie de medidas similares a las de Argentina, salvo que hay toque de queda desde las 18 horas, las clases se suspendieron, se cerraron las fronteras, y no hay colectivos de media y larga distancia”, manifestó.

 

 

Junto a Agustina, otra estudiante de la UNVM, comparten una casa en barrio Los Corales, muy cercano a la sede de la Universidad del Sinú donde cursan sus estudios de grado. “En lo personal es bastante duro porque rompe con la cotidianidad que veníamos teniendo, fue un gran choque tener que quedarnos encerradas con una vida lo más pausada posible: no poder ver a los amigos, no ir a clases, no transitar por lugares concurridos. Pero estamos atravesándola con otros métodos y esperando que pase lo más pronto posible y que seamos responsables teniendo las precauciones pertinentes para que no se propague”, remarcó. Asimismo, y pese a que “a la distancia se agranda la preocupación”, se mostró “agradecida” por estar “bien acompañadas”.

Reyna y Kern hicieron hincapié en el bienestar personal y en lo gratificante de la experiencia de intercambio que continuará hasta junio. “Hemos aprendido una cantidad de cosas interesantes en este período, en lo personal y lo académico fue un tiempo de gran crecimiento, de conocer nuevos modos de vida, nuevas comidas, personas de otros países, entre otras cosas”, subrayaron.

Cabe destacar que el programa de movilidad estudiantil es impulsado por la Secretaría de Internacionalización de la UNVM.

Ir al contenido