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El siniestro que durante varias semanas estuvo en boca de todos ha sido abordado por La licenciada y docente de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), Marina Ayrala Quiroga.

La licenciada y docente de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), Marina Ayrala Quiroga, habló acerca de las consecuencias del incendio en la selva brasileña. La docente hizo hincapié que “al estar todos/as conectados”, fenómenos como el cambio climático, el calentamiento global, “es para todo el mundo”.  Aclaró que se ha superado las estimaciones de hace diez años respecto al cambio climático, por lo que “en mucho menos tiempo vamos a tener más aumento de la temperatura a nivel global”, especificó Quiroga.

La docente explicó que frecuentemente se dice <Amazonas es el pulmón del mundo>, pero aclaró que en realidad el oxígeno que produce, lo consume el mismo Amazonas por la cantidad de vida, de seres vivos, que están respirando permanentemente. Allí se encuentran los índices de biodiversidad más altos del mundo. Marina Quiroga manifestó: “la riqueza del Amazonas en cuanto a regulación climática está en los ríos que genera la cuenca del Amazonas” y agregó: “esa concentración de humedad superficial es la que va a controlar también todos los ciclos climáticos de la lluvia”.

La licenciada sentenció “si no están los árboles se pierde la biodiversidad”. El incendio que se produjo en la Amazonía representó toneladas de dióxido de carbono que se emitieron y graves consecuencia para la región. Al respecto expresó que como sociedad, “tenemos la responsabilidad desde nuestros territorios” a proteger, sostener y recuperar los bosques nativos. En este sentido se refirió a “habitarlos e incorporarlos a nuestra vida cotidiana” a través de acciones como visitar y entender los ámbitos verdes como espacios naturales, desde la educación y recreación.

Por último, destacó que la acción más importante para Córdoba, Villa María y alrededores, es la “de sostener y proteger estos espacios verdes urbanos”. Recordó que en Villa María existe “el caso del algarrobal”, un sector de veintisiete hectáreas de monte nativo que desde distintas organizaciones y espacios, entre ellas la Universidad, luchan para que sea incorporado como una reserva, “para interactuar con ese monte y con todo lo que ese monte nos brinda”, finalizó Quiroga.

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