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El proyecto busca generar valor agregado y disminuir el impacto ambiental que genera la industria.

Desde el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) se llevan a cabo investigaciones y avances que, fundamentalmente, buscan dar respuesta a diversas necesidades del sector industrial.

El graduado de la carrera Ingeniería en Alimentos, Humberto Quiñonez, integra un equipo que trabaja en el desarrollo de métodos para el reaprovechamiento de subproductos de la industria del maní.

“El principal objetivo consiste en proponer una técnica sustentable para el tratamiento del tegumento del maní, contribuyendo así en la generación de productos con alto valor agregado a partir de la implementación de técnicas más amigables con el ambiente”, señala el investigador y amplía: “actualmente la piel del maní se constituye como el principal desperdicio de esta industria, por ello estamos intentando sumar alternativas que permitan agregar valor y reaprovecharla para diversos usos”.

La línea de investigación en la que participa es dirigida por el docente e investigador local Mario Lanteri y co-dirigida por Darío Falcone, de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC). Además cuenta con la colaboración de Marianela Sánchez, Diego Tovo y Camila Urenda.

Acerca del proceso
Según detalló Quiñonez, para poder elaborar un nuevo producto derivado del tegumento los esfuerzos previos deben enfocarse en su tratamiento.

“En nuestro grupo trabajamos con líquidos iónicos, concretamente con sales orgánicas constituidas por iones que se encuentran como líquidos a temperatura ambiente. Se trata de sales que no generan impacto negativo en el ambiente, que son reutilizables y que cuentan con numerosos antecedentes en el tratamiento eficiente de diversas fuentes de biomasa lignocelulósica, la cual está presente abundantemente en las plantas”, especificó el también becario Conicet.

Y continuó: “buscamos obtener nuevos líquidos iónicos a fin de emplearlos en el pre-tratamiento de la cáscara del maní y así poder recuperar fracciones purificadas y/o enriquecidas en celulosa y lignina, lo que nos permitirá luego poder avanzar en la generación de derivados”.

El mayor desafío en este procedimiento, según describe el investigador, consiste en encontrar el líquido iónico más adecuado para poder solubilizar y luego extraer selectivamente las fracciones enriquecidas en celulosa a partir del tegumento.

En cuanto al interés demostrado por el sector, Quiñonez destacó la importante colaboración de empresas de la región.

“Gran parte de los procesos que realizamos en nuestros laboratorios son posibles gracias a que algunas industrias nos proveen de esta piel del maní a fin de poder someterlas a los ensayos químicos que nos permiten arribar a resultados. Entendemos que este avance es trascendental para todas las partes de la cadena productiva”, comentó.

Resulta importante destacar que este avance implica un doble impacto porque permite la obtención de beneficios económicos pero también la preservación ambiental, constituyéndose como proceso innovador para el sistema productivo que propone la industria manisera.

Perfil del Investigador
Humberto Quiñonez tiene 25 años, es oriundo de Villa María y egresado de la UNVM.

Durante su formación de grado fue beneficiario de una beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas (EVC) del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y, además, participó como Ayudante Alumno Rentado y Ad-Honorem en distintos espacios curriculares de la carrera Ingeniería en Alimentos.

Actualmente cursa el Doctorado en Ciencias con mención Agroalimentos del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas, en el marco de una beca del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) con lugar de trabajo en el Instituto Multidisciplinario de Investigación y Transferencia Agroalimentaria y Biotecnológica (IMITAB).

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