La decana del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Humanas (IAPCH) de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) doctora Gloria Vadori, repasó los logros alcanzados en materia académica, de investigación y extensión durante el año que culmina y se refirió a las proyecciones para 2019.
Tras un año de intenso trabajo la autoridad máxima del IAPCH manifestó que el balance de 2018 es positivo y destacó el trabajo llevado a cabo mancomunadamente por docentes, nodocentes, estudiantes y graduados/as, apostando a una labor colaborativa donde el esfuerzo individual se canaliza en pos de objetivos y logros comunes.
Consultada sobre el rol de la universidad pública en el centenario de la Reforma Universitaria de 1918 Vadori se refirió a este hecho histórico: “En estos cien años somos interpelados sobre una educación científica pero humanista, inclusiva, autónoma, gratuita y de calidad. Este centenario nos proyecta hacia el futuro, hacia las cosas que nosotros pensamos que deben ser intensificadas”, reflexionó.
Con respecto al modo de abordaje planteado para el desarrollo de diferentes actividades desde el Instituto, Vadori recalcó la “visión humanista” y el trabajo interdisciplinario entre carreras y con instituciones del medio. “El trabajo intersectorial con distintos actores no solo permite estar en la teoría y en la práctica en la academia sino también en la práctica en contextos”, puntualizó.
Entre las numerosas propuestas que se llevaron a cabo durante el año que termina el I Congreso Internacional de Avances en Salud Humana y las I Jornadas de Investigación en Artes fueron dos de los eventos destacados por la Decana. Sobre el primero de ellos destacó la posibilidad de reunir a las Licenciaturas en Enfermería y Terapia Ocupacional junto a la carrera de Medicina para abordar diferentes problemáticas vinculadas a la salud, intercambiando perspectivas teórico-prácticas con profesionales nacionales e internacionales. En cuanto al segundo señaló el valor del trabajo conjunto desde el Diseño y la Producción Audiovisual, la Música, la Literatura y la Danza. Al respecto manifestó que “poseer carreras tan disimiles dentro de la órbita del IAPCH lejos de ser un obstáculo se constituye en un valioso potencial de trabajo”.
En materia de investigación el IAPCH se ha incorporado a varios programas vinculados a la apropiación y producción del conocimiento a través de las diferentes carreras que lo integran. Otro punto importante es el aumento en cantidad de investigaciones y en el número de investigadores que han logrado categorizarse con mayor grado; “hemos crecido tanto en cantidad como en cualificación”, enfatizó la funcionaria.
Desde el punto de vista académico 2018 fue un año muy fructífero en materia de posgrados con el Doctorado en Pedagogía y el inicio del dictado de la Especialización en Docencia Universitaria con un total de 170 docentes. “Todas estas carreras tienen aprobación ministerial y de CONEAU. También este año se aprobó la Especialización en la Enseñanza de la Lengua por Competencias en Contextos Interdisciplinarios. Actualmente estamos trabajando en otra Especialización en Investigación Científica”, adelantó Vadori.
Dentro de los objetivos para el año que viene la Decana señaló que en carreras de grado se está trabajando en una propuesta propia de la carrera de Enfermería; además se dictará a distancia la Licenciatura en Gestión Educativa, constituyéndose como la primera carrera dictada bajo esta modalidad. Por otra parte, se pondrá en marcha la Especialización en Tecnologías Informáticas y Comunicacionales para la Educación Superior.
En el marco del Doctorado en Pedagogía, dependiente del Instituto de Ciencias Humanas (IAPCH) inició el seminario “Teorías del Aprendizaje: Curriculum”, a cargo de la reconocida pedagoga Alicia Camilloni.
La profesora emérita de la Universidad de Buenos Aires (UBA) manifestó la importancia de trabajar y teorizar sobre la temática “son muchas los aspectos que hay que tener en cuenta ya que, en la elección de un determinado currículo manifiestan maneras de organización de un sistema educativo”. Asimismo, expresó la dificultad que exige esta tarea y la necesidad del “trabajo colectivo, donde se involucre no solo a docentes sino también estudiantes.
En referencia al seminario que dicta en la Cohorte 2017 explicitó: “me ocuparé de las cuestiones teóricas, ya que es necesario analizar no únicamente los fundamentos sino también las consecuencias de determinadas elecciones. En este sentido, se hará un recorrido de las distintas teorías que se fueron desarrollando a lo largo del tiempo, sus pro y sus contra, las oposiciones y las coincidencias”
Cabe destacar que la carrera de máximo nivel académico del IAPCH se encuentra cursando los últimos seminarios de su Plan de Estudios.
Lo hizo a través de un convenio. Será la primera universidad del interior del país que formará parte del programa.
La Universidad Nacional de Villa María (UNVM) firmó un convenio para ingresar al Circuito Universitario de Música Independiente (CUMI) que tiende a fortalecer las herramientas para quienes hacen música.
Este acuerdo se dio en el marco del día de la música, a través del Instituto de Extensión y el Instituto de Ciencias Humanas. El, que acuerdo lleva la rúbrica del rector de la casa de altos estudios, Luis Negretti, y el presidente del Instituto Nacional de la Música (INAMU), Diego Boris Macciocco; permite a la Universidad la posibilidad de equipar los auditorios, entre otros aspectos.
“La UNVM se compromete en recibir a elencos locales y de otros lugares, y de pagarles un viático para que puedan tocar en otros espacios”, afirmó el rector. Por su parte, Macciocco resaltó la importancia del acuerdo porque“es un avance que sea Villa María la primera ciudad fuera de la provincia de Buenos Aires en donde se pueda instalar el Circuito Universitario de Música Independiente, y es fundamental para la circulación federal”.
El encuentro se desarrolló en el Rectorado y contó con la presencia del director de Extensión, Omar Barberis, la decana de Ciencias Humanas, Gloria Vadori, el coordinador de la Licenciatura en Composición Musical con orientación en Música Popular, Claudio Vittore, el integrante de Unimuv, Pablo Cordero, y el representante de CUMI, Juan Ignacio Vázquez.
La decana del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Humanas (IAPCH), doctora Gloria Vadori, fue elegida para formar parte de la mesa de autoridades del Foro Argentino de Facultades y Escuelas de Medicina Públicas (FAFEMP). Así, la funcionaria de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) se convirtióen la primera educadora en ser designada en este espacio por sus colegas.
“Como Universidad nos han gratificado ocupando uno de los siete cargos de autoridades”, expresó. En la elección de representantes generalmente participan médicos, pero en esta oportunidad “consideraron que necesitaban que hubiese una educadora, lo que es un aporte a mirar la educación médica con un valor propio”, reflexionó Vadori.
Al ser consultada sobre los objetivos de la UNVM en este Foro, la decana puntualizó que “la idea es aportar a la medicina y a la educación médica”, porque en eso la universidad local “es pionera”. En cuanto a la elección, Vadori aseguró que “es un compromiso poder dar respuestas” y que se siente “gratificada” por sus pares. “Trabajé muchos años en este tema y esta elección me compromete y responsabiliza, vamos a trabajar para poder ser un interlocutor con quienes están en cargos gubernamentales y aportar a que la salud pública sea mejor, y que la justicia social en salud sea atendida”, puntualizó.
La licenciada Ángela Cardella sostuvo que la atención monovalente sirvió para generar aislamiento y estigmas. Valoró el abordaje interdisciplinario para la atención en salud mental.
La representante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) participó de la “Primera Jornada de Dispositivos Alternativos en Salud Mental”, que se desarrolló en el Campus de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).
Organizada desde los Institutos Académico Pedagógico de Ciencias Sociales y de Ciencias Humanas en conjunto con la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Villa María, destacó la importancia de pensar otros espacios para trabajar la salud mental.
Cardella sostuvo que los dispositivos alternativos “facilitan la eliminación de los centros monovalentes, que solo sirven para generar grandes clasificaciones, aislamiento y mantener viva una situación que tal vez inició como una crisis aguda”. En este sentido, resaltó el valor de la interdisciplina “para trabajar con un paciente y con su familia para una mejor elaboración de esa crisis”.
En este sentido, añadió que una atención en centros de atención polivalentes evitaría los estigmas asociados a la locura: “Que aíslan socialmente de manera fenomenal y muy cruel, que marcan la vida de esas personas para siempre”.
La especialista afirmó que dispositivos como los hogares u hospitales de día cumplen un rol fundamental porque le permiten a la persona que atraviesa una crisis “elaborarla con una cotidianeidad equivalente a la de ir con el equipo hacia la familia, además de educarse y resocializarse a partir de la palabra de personas que tienen otras problemáticas parecidas y no solamente desde la palabra de los profesionales”.
“Si bien no son problemáticas idénticas, ya que cada persona es singular y elabora su crisis desde su propio camino, trabajando en grupo se comparten las experiencias y el afectado puede comprender que no está solo, ni aislado, ni enfermo. El afectado puede reconocerse como alguien que tienen problemas parecidos a otro, escucha las salidas que otros van encontrando para esos problemas, elabora sus propias salidas, lo corrigen cuando está equivocado y reflexiona”, remarcó.
Manifestó también la necesidad de multiplicar estos espacios interdisciplinarios en los centros de salud polivalentes para evitar así un gasto económico en asilamiento e internación: “La interdisciplina en un equipo y el seguimiento que los profesionales especializados realicen de la evolución de sus usuarios son esenciales para sacarlos adelante. El asunto no es tener un brote, sino poder salir de él y, para ello, es necesario saber qué ayuda tenemos de quienes nos rodean para salir de ese brote”, expresó.
Salud Mental y Derechos Humanos
A partir de su trabajo como integrante de la APDH, Cardella comentó que se viene trabajando en esta esfera de la salud humana desde la época de la Dictadura Cívico – Militar: “La post dictadura dejó huellas indelebles. Se trabajó mucho en la elaboración y análisis de la situación, de cómo quedaban las víctimas directas y la sociedad, como víctima también de todo ese terror que la llevaba a paralizarse o a desentenderse de lo que pasaba”.
Destacó que durante las presidencias de Carlos Menem y la implementación de las políticas neoliberales fue necesario comenzar a enfocarse en las consecuencias del desempleo y de la pobreza. Para luego, desde 2003, incorporar otras aristas de intervención social: nutrición, género y legalización del aborto.
En la actualidad, la APDH integra la “Red por la Plena Implementación de la Ley de Salud Mental”. Al reconocerse como organización impulsora de la normativa Nº 26.657 sancionada en 2010, reclama por su vigencia real.
“Esta Ley es la que garantiza los derechos de las personas llamadas usuarias y no pacientes”, cerró la especialista.
Las Jornadas de Investigación en Arte dieron marco a la presentación de un estudio en curso sobre obras musicales interpretadas por el Grupo Vocal Argentino durante el período 1976 – 1990. La ponencia forma parte del proyecto de investigación “La performance como territorio de cruces desde la UNVM. Un camino hacia la memoria».
Entre las numerosas violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar en Argentina se inscriben, en un capítulo especial, las prohibiciones de canciones y persecuciones a artistas de nuestro país.
El decir clausurado de innumerables creaciones folclóricas fue eje de trabajo de una investigación presentada por docentes e investigadoras de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM). “Rescatarlas, darles luz, hacerlas regresar”; una tarea que se expuso y compartió durante las Jornadas de Investigación en Arte llevadas a cabo en la casa de altos estudios. Y, aunque algunas de estas canciones volvieron a sonar en la década del 90’, la Universidad Pública asumió el compromiso de dar a conocer qué fue lo que sucedió con ellas. Su censura y posterior resurgimiento en el trabajo “Memorias del folclore vocal argentino: analizando composiciones silenciadas en 1976″, a cargo de la magister Cristina Gallo y las licenciadas Laura Alberti y Marianela Bordese.
Es cierto que algunas de las canciones nunca volvieron a sonar aquí porque sus creadores debieron exiliarse. Asimismo, en este desplazamiento forzoso, como contrapartida la música nacional se difundió en otras partes del mundo. “Así se generó un movimiento en Europa que se enriqueció por el contacto con otros grupo musicales que convivían fuera del país”, reflexionó Cristina Gallo y aseguró: “la dictadura marcó un antes y un después en el folclore porque determinado desarrollo que podría haberse dado antes, quedó marginado, pero luego emergió como un movimiento muy fuerte en nuestro país”.
Una de las estrategias de los conjuntos musicales, según comentaron las autoras de la investigación, fue la posibilidad de rearmarse bajo otros nombres y, de esta manera, seguir trabajando con otros repertorios.
A su vez, este período sirvió de ventana para expresar lo que experimentaba la sociedad en aquellos años; “el folclore tuvo un desarrollo importante en cuanto a la masividad, ya que el tango estaba en una especie de meseta y, el rock, apenas estaba surgiendo. Aunque también fue silenciado y perseguido”, manifestó Gallo.
Este folclore más masificado convivía con otra expresión del mismo género, pero que se diferenciaba no solo por la temática sino por la interpretación. Allí la investigadora ejemplificó mencionando al “nuevo cancionero (principalmente en Mendoza) y a los coros vocales surgidos principalmente de las universidades nacionales».
En relación a la investigación, Gallo comentó que trabajan sobre un grupo que se inició en el año ‘74 con grabaciones de obras de Atahualpa Yupanqui. “Esas canciones -puntualizó- volvieron a escucharse recién en los años 90”. “Queremos revalorizar no solo la música sino lo sucedido con estos coros, fundamentalmente los de las universidades nacionales que tuvieron serios problemas durante esta época”, remarcó.
A modo de cierre las investigadores subrayaron: “consideramos que investigar sobre la producción de lo que llamamos folclore vocal de nuestro país implica hacer un aporte en la constitución de la identidad colectiva de nuestro país”.