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Lo dijo el historiador Mariano Saravia durante las actividades realizadas en el Campus Universitario en conmemoración de los 50 años del Cordobazo.

En el marco de las actividades conmemorativas al 50º aniversario del Cordobazo, organizadas por el Instituto de Extensión de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y los gremios Adiuvim y Apuvim, el periodista e historiador cordobés Mariano Saravia ofreció una charla de la que también participaron la sindicalista Ilda Bustos y el expresidente de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC), Carlos Scrimini.

«Los cordobeses estamos muy orgullosos de la Reforma Universitaria del ´18, del Cordobazo del ’69, pero no sé si sabemos mucho y no sé si hacemos honor a ese legado», planteó Saravia en una entrevista con la Secretaría de Comunicación Institucional de la UNVM. «Hoy las condiciones son muy distintas, pero yo creo que en algún rinconcito de nuestro corazón y de nuestra cabeza queda esa acumulación política, esa ética de lucha», agregó.

A cincuenta años de la histórica revuelta popular, el especialista además reflexionó acerca del protagonismo de las universidades a la hora de «mantener vivo el legado» del movimiento, y expresó: «hoy todos hablan bien del Cordobazo, pero cortar una calle es un pecado mortal, entonces la universidad debería romper ese acartonamiento y buscar más la verdad».

En ese sentido, Saravia explicó que el hecho acontecido «fue una reacción violenta, claramente violenta, del pueblo hacia otra violencia mayor que venía de arriba para abajo; hay que recuperar eso en toda su dimensión por más que al principio pueda sonar antipático».

Asimismo, destacó que en los años ’60 «había menos desocupación y mejores sueldos», por lo cual la clase obrera «estaba más politizada y sindicalizada», y puntualizó que esto difiere a la realidad actual, porque «en el medio pasaron cincuenta años, entre los cuales hubo una dictadura sangrienta y genocida de siete años que domesticó mucho a la gente». Además, agregó que los años ’90 también «han ido minando las condiciones objetivas y también subjetivas de la sociedad para reaccionar».

Según Saravia, «tomar conciencia de quién es el enemigo» es «el mejor legado del Cordobazo». Al respecto, amplió: «cuando tomamos esa conciencia es más fácil llegar a la unidad, a pesar de que pensemos distinto».  En ese aspecto señaló que actualmente quienes gobiernan son los mismos que en otras épocas implementaron planes económicos parecidos a los de hoy. «Hay tantas discusiones, que nos peleamos entre nosotros sin darnos cuenta de que hay una pelea superior que dar, y para esa tenemos que estar juntos», concluyó.

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