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El rector de la casa de altos estudios analizó el inicio del año académico y reflexionó en torno al rol de la Universidad y al 70 aniversario de la gratuidad universitaria.

A pocos días del 24 aniversario de su creación (casi un cuarto de siglo); la Universidad Nacional de Villa María se consolida como uno de los motores de transformación de la ciudad y la región.

Con un promedio sostenido (a lo largo de cuatro años) de más de 3.000 estudiantes inscriptos, la casa de altos estudios da cuenta de que su trayectoria es avalada por miles de familias que deciden año tras año confiar la Educación Superior de sus hijos e hijas en la Institución. “No es un dato menor que nos hayamos ratificado como espacio de elección de los y las jóvenes de la ciudad y la región; inclusive de países vecinos”, manifestó el rector Luis Negretti.

Con el ciclo académico 2019 recién iniciado en sus sedes de Villa María, Córdoba, Villa del Rosario y San Francisco la vida universitaria comenzó con sus dinámicas. “Tenemos acciones que están a cargo de la Secretaría de Bienestar para acompañar el trayecto de los y las estudiantes; como por ejemplo: las residencias universitarias, el comedor, las becas de apoyo, la promoción de actividades recreativas y turísticas, los proyectos de accesibilidad, la atención integral de la salud; entre otras”, enumeró Negretti.

Asimismo, desde los Institutos Académicos Pedagógicos se trabaja de manera sostenida en la revisión de planes de estudios, programas de apoyo y tutorías y articulaciones con otras instituciones, como es el caso del recientemente presentado “Programa Nexos” que vincula la Universidad con el Nivel Medio. “Con estas acciones trabajamos para garantizar la permanencia del estudiantado en la Universidad, queremos que su única preocupación sea estudiar”, remarcó el funcionario.

Consultado acerca de las evaluaciones y rendimientos académicos Negretti expresó que: “en primer lugar hay que insistir en el reconocimiento de que la Universidad cumple tres funciones que son pilares de su existencia: la función Académica, a partir de la cual se dictan las carreras y se otorgan los títulos; pero también existen la de Extensión que es la que la vincula con la sociedad; y la de Investigación, donde se construyen nuevos conocimientos y se realiza transferencia, con una mirada estratégica en lo regional”. “Muchas veces se compara la cantidad de docentes por alumnos en las Universidades y se cuestiona esta cifra, pero lo que hay que remarcar es que la actividad docente no culmina cuando se sale del aula, sino que existe una tarea que tiene que ver con la investigación, la presentación de resultados; la divulgación de nuevos conocimientos, entre otras”, explicó.

En referencia a los trayectos académicos estudiantiles analizó: “Son muy aislados los casos de estudiantes crónicos y estoy absolutamente convencido de que el promedio de asignaturas rendidas está por encima de los tres o cuatro espacios curriculares por año en cualquier universidad del país, asimismo nosotros estamos por encima de esas cifras”, remarcó Negretti.

A 70 años de la Gratuidad Universitaria

Considerada una de las grandes creaciones de la civilización occidental, la Universidad vino a reunir dos inquietudes: la de los y las docentes por enseñar y la de los y las estudiantes por aprender. Sin embargo, estos deseos debieron transformarse en luchas y conquistas de derechos. Nuestro país celebró en 2018 el Centenario de la Reforma, uno de los hitos de la configuración democrática en el sistema universitario y, este año, hace lo propio al rememorar 70 años de la gratuidad en la enseñanza superior en las Universidades. “Creo que ha sido la herramienta más significativa de movilidad social en décadas y ha permitido a muchas generaciones de argentinos y argentinas, en distintos lugares de nuestra geografía, acceder a la formación superior”, analizó el Rector y destacó que “sabemos que la comunidad acompaña este logro social, por eso tenemos que valorarlo, celebrarlo y defenderlo todos los días”.

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