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Ciencias Básicas y Aplicadas


Segunda cohorte del Máster en Alimentos

Segunda cohorte del Máster en Alimentos

Inició este viernes 29 la propuesta de posgrado impulsada por el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas, la Universidad de Parma (Italia) y la UBA.

La segunda cohorte del Máster Internacional en Tecnología de los Alimentos (MITA) comenzó a dictarse bajo la modalidad virtual a través de la plataforma Zoom con la asistencia de dieciocho profesionales de la región. La apertura formal se dio a través de un acto protocolar con las autoridades de la Universidad de Buenos Aires, de Parma y de la UNVM.

En el marco de la apertura, el rector de la UNVM Luis Negretti destacó «la valentía de iniciar este nuevo cursado en el contexto actual» y agregó que «para nosotros es un gran privilegio seguir caminando junto a estas dos instituciones tan importantes y ser referencia para este Máster Internacional en Tecnología de los Alimentos”.

El Máster

Los conocimientos propuestos por el MITA se traducen en la capacidad que el egresado o egresada tendrá para analizar, evaluar, diseñar, desarrollar, planificar e implementar conocimientos interdisciplinarios en el manejo y tratamiento de distintos tipos de alimentos a fines de poder optimizar los procesos industriales, mejorar estándares de calidad y desarrollar nuevos productos para satisfacer las exigencias de los consumidores.

Además, quienes culminen sus estudios obtendrán una doble titulación, por un lado de la Universidad italiana, con su correspondiente apostillado de La Haya, y de la UNVM.

Modalidad de cursado

El cursado se lleva a cabo los viernes y sábados cada 21 días con 18 módulos que se dictarán a lo largo de 2 años. Cuando se retomen las actividades en el Campus, habrá clases presenciales y por videoconferencia con académicos/as de la República Italiana y de nuestro país enfocándose principalmente en visiones del mercado Europeo y de América Latina. Las clases a su vez también serán transmitidas en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA).

 

20 mil ejemplares de árboles en el vivero de la UNVM

20 mil ejemplares de árboles en el vivero de la UNVM

Es un trabajo conjunto entre el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia de Córdoba, la casa de altos estudios y el Ente Regional de Desarrollo (EnReD).

En el marco del Plan Provincial de Promoción Agroforestal llegaron 20 mil ejemplares de árboles al vivero de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM). Son especies autóctonas e introducidas, como algarrobos y eucaliptos.

El trabajo conjunto entre el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la provincia, la casa de altos estudios y el Ente Regional de Desarrollo Villa María (Enred) comenzó hace dos años con cuidados y monitoreados a los fines de llegar en óptimas condiciones a su destino final. Una vez preparados y culminada esa etapa, estarán en condiciones para ser distribuidos en todo el territorio provincial a municipios, comunas, escuelas, organismos estatales y organizaciones.

Uno de los objetivos del Plan Provincial Agroforestal (PPA) es la promoción, el incentivo e implantación de especies arbóreas en este tipo de ámbitos. Son utilizados para cortinas forestales, remediación de superficies y ornamentación de sitios públicos.

Foto: Archivo.

Gestión de crisis en tiempos de pandemia

Gestión de crisis en tiempos de pandemia

Organizada el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas, el Instituto de Investigación y el espacio de Desarrollo Territorial de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) junto a la Fundación Banco Credicoop, la socióloga y especialista en clima organizacional Laura Strier brindó una charla virtual sobre la temática.

Bajo la consigna «¿Cómo Gestionar ésta Crisis? cuando yo estoy en crisis», la actividad se desarrolló a fines de abril a través de la plataforma Zoom y tuvo como objetivo intercambiar ideas acerca de cómo se puede observar desde otra perspectiva el actual contexto de crisis producido por la pandemia del Covid-19, posicionarse y actuar en consecuencia. La propuesta, que contó con la participación de integrantes de diferentes sectores de producción, planteó un repaso por las herramientas de comunicación utilizadas y aquellas a incorporar.
En diálogo con la Secretaría de Comunicación Institucional de la UNVM, Strier se refirió a algunas cuestiones abordadas durante la charla.

-¿Qué es una crisis? ¿Cómo puede definirla?

Podemos pensar que la actual es una policrisis que afecta a distintos planos. El social, el económico, la salud, pero también el laboral, el emocional e incluso el existencial.
Los cimientos de la crisis que vienen a ser “iluminados” por la pandemia no están recién construidos, vienen alzándose desde hace tiempo. Algunos autores hablan de que las crisis son procesos inevitables, pero yo pondría en suspenso esa afirmación, no me cierra. Inevitable sería la crisis de un meteorito que osara rozar la Tierra. Pero la actual tuvo señales de advertencia de todo tipo. No solo por la comunidad científica, que en tiempos AP (antes de la pandemia) no tenía tanta difusión, sino también por personalidades como Barack Obama o Bill Gates, figuras que -sean de nuestro agrado o no- garantizan amplia divulgación de sus ideas y posicionamientos.

Esta crisis tiene un efecto catalizador que acelera procesos y situaciones que ya estaban presentes y evidencia las tensiones y las rajaduras de distintos modelos de vida, modelos de Estado y modelos sanitarios. Pone de relieve la tensión entre lo público y lo privado, entre lo individual y lo colectivo, a la vez que evidencia y multiplica desigualdades estructurales. Ha modificado nuestro entorno, nuestros hábitos, nuestra cotidianeidad. Interviene en el cambio de subjetividades y tiene efectos en el plano afectivo (sentimientos de desprotección, aumento de la ansiedad, miedo, depresión, incertidumbre e impotencia, entre otros).

Esta pandemia es extraordinaria y nos ha obligado a vivir de un modo que desconocíamos. No sólo logró alterar nuestra vida cotidiana en un lapso de 24 horas, sino que su alcance es generalizado. Ya no es un problema del estilo “Y ¿qué querés?, ¡vivimos en Argentina!”. Es un problema mundial.

-¿Cuáles son las claves para manejar la crisis ante este contexto? ¿Qué acciones deben ponerse en marcha en las organizaciones para gestionarla de forma proactiva?

Si bien sostengo que no hay recetas que se apliquen a todas las organizaciones por igual, es fundamental revisar y reconocer el estado de situación actual de cada lugar, definir los ejes críticos y, si nos sentimos trabados con algún tema, pedir ayuda a especialistas. Las miradas profesionales externas, si bien no traen consigo soluciones mágicas, ayudan a ordenarnos y a tomar decisiones.

El cuidado en la comunicación y las formas de comunicar son esenciales. El escuchar los aportes de otras personas no solamente abre el espectro de posibilidades de acercarnos a soluciones sino que potencia a los individuos, fortalece los equipos de trabajo y ayuda a anticiparnos a temas no registrados por nosotros mismos. Evaluar constantemente si hay algo distinto que es bueno comenzar a hacer o dejar de hacer, es un recurso clave en este momento.

-¿De qué modo se está redefiniendo el rol de liderazgo en este contexto?

Las personas que lideran hoy las organizaciones están más expuestas que de costumbre, porque ante el mar de incertidumbre que nos genera el momento, necesitamos creer que quienes ocupan puestos directivos están tomando decisiones para cuidar el espacio en el que trabajamos y, por ende, cuidar a quienes allí trabajan.

-¿Cómo se efectiviza el manejo de la comunicación de crisis? ¿A través de qué herramientas?

La herramienta principal es la palabra. Parece una obviedad, pero no lo es. Poner la palabra a circular, informar, compartir los planes, compartir a tiempo y de manera adecuada las decisiones.
Puede ser -y es muy probable que suceda- que alguna de las decisiones que se tomen desde los equipos directivos no contenten a la totalidad de las personas que trabajan en una misma entidad, pero aun así es importante tomarse el tiempo para explicarlas. Que las personas se enteren por los canales formales y no por la informalidad del “radiopasillo”, que ahora es virtual.

Hay una característica muy marcada en las nuevas generaciones que se está expandiendo: la necesidad de conocer el sentido de las tareas, el propósito de lo que se hace. Ya no va más el “hacelo porque te lo digo yo”. Obviamente hay situaciones en las que no hay mucho que explicar porque no hay tiempo, pero en general tenemos el tiempo pero nos cuesta hablar con la intención de comunicar.
Es importante asegurar que los canales de comunicación están abiertos, y que las personas que ocupan distintos espacios de liderazgo están disponibles, de manera genuina, a escuchar. Y también que puedan abrirse a ser modificadas por ideas distintas a las suyas que mejoren los entornos laborales. Sin duda, los mejores ambientes laborales impactan en la productividad de las organizaciones.
Hay que pensar estrategias tomando en cuenta quiénes son las personas que hacen posible que la organización funcione, por eso enfatizo en que las soluciones deben pensarse en función de cada organización en particular.

-¿Cómo se ve afectado el clima y la cultura organizacional?. En este sentido, ¿cómo impacta el teletrabajo?

Esta situación está generando lo que en química llaman “efecto catalizador”, porque está acelerando procesos que en la mayoría de las organizaciones eran impensados o menospreciados, como el teletrabajo. Trabajar desde nuestras casas no solamente es un hecho, sino el único que posibilitó que la rueda siga girando.

Ahora bien, tenemos que tener presente las condiciones del trabajo en los hogares, porque de alguna manera fuimos “arrojados” al interior de nuestras casas. Por eso creo que no podemos hablar de teletrabajo como era el teletrabajo AP. Las empresas u organizaciones que lo practicaban lo hacían en ambientes muy distintos a los actuales, y no solamente porque antes podían alternar entre trabajar afuera y adentro de sus casas, sino porque brindaban a los empleados los elementos y la infraestructura para que fuera posible.
En la actualidad hay múltiples condiciones para teletrabajar que, por razones obvias, no están pudiendo realizarse. ¿Cuántos trabajadores y trabajadoras tendrán la posibilidad de tener un espacio adecuado para trabajar en su casa?, ¿cuántos contarán con un escritorio y una computadora disponible el tiempo que la necesiten, con Internet de buena calidad y un silencio mínimamente respetable como para poder conectarse y concentrarse?
El impacto en la cultura laboral lo iremos descubriendo en los próximos meses. En principio me pregunto: ¿cómo se reconfigurarán los equipos de trabajo?, ¿de qué manera se resolverán las diferencias entre los distintos lugares de trabajo y las inequidades que puedan surgir?, ¿cómo se abordará la comunicación interna con las dificultades que conlleva la imposibilidad de estar cerca?

-¿La capacidad de gestión de crisis define la supervivencia de las organizaciones?. ¿Siempre una crisis se constituye como una instancia de aprendizaje?

Creo que la supervivencia de las organizaciones depende de varios factores, no solo de la capacidad de gestión. Puntualmente su capacidad de gestionarse debe enmarcarse siempre en un contexto socioeconómico particular, donde entran a jugar fuerte variables como la presencia del Estado (líneas de crédito, disponibilidad de los desarrollos en ciencia y tecnología, etc.), las cámaras empresariales y los sindicatos. Sostener que la supervivencia de una entidad depende exclusivamente de uno es como creer que nacimos de un repollo que nadie plantó.

Algo que creo nos ubica en una situación distinta a países con mayor estabilidad y previsibilidad es que acá estamos bastante acostumbrados a sortear crisis: o estalla el tipo de cambio, o la sequía golpea al campo, o el Banco Central quita líneas de inversión productivas y sigue la lista. El empresario sabe que su vida laboral es similar a una larga montaña rusa. Y si bien esto que estamos viviendo es inédito, de alguna extraña manera existe un entrenamiento previo que puede facilitar el “aguante” y la incorporación y el desarrollo de nuevas prácticas.
Esta crisis nos recuerda la enorme adaptabilidad que tenemos. Si hace dos meses nos hubieran mostrado esta película, habríamos pensado que era de otro mundo. Pero no, lo estamos habitando ahora. Hay otro mundo y está en éste.

-A partir de la pandemia, ¿qué aspectos de las organizaciones se modificarán de forma permanente?. ¿Cuál es su visión al respecto?

No creo poder contestar qué se modificará de forma permanente, creo que afirmar algo en este sentido sería hacer futurología y no me dedico a eso. Ahora bien, si me preguntan qué me gustaría que se instale pensaría en revalorizar la condición de que en los ámbitos laborales se respire un clima que nos nutra y desafíe a ser mejores personas, en hacer crecer espacios colaborativos donde nos despleguemos personal y profesionalmente y que por ende esto tenga un impacto positivo en las organizaciones en las cuales nos desempeñamos.

Ojalá a nivel sociedad se reconozca el alto nivel de interdependencia y la no existencia de salidas individuales a situaciones complejas. Ojalá podamos priorizar sostenidamente la importancia del cuidado del otro y de la cercanía corporal y social.
De a ratos me siento optimista y en otros, todo lo contrario. Pero de lo que sí estoy segura es de la prevalencia del universo afectivo, de sostén, por sobre otros mundos necesarios pero no fundamentales.

Creo que esta crisis nos invita a pensarnos tanto desde la autorreflexión (dónde estoy parado/a, qué me gustaba y qué no me gustaba de lo que venía haciendo, etc.) como desde el carajo -tomando una imagen de la náutica-, que es la plataforma que sirve como puesto de observación, situada en la parte alta de un palo, que facilita las maniobras de las embarcaciones a vela. Es importante poder hacer estos dos movimientos: mirar para adentro y hacia el horizonte, tanto a nivel personal como a nivel organizacional. Creo que entre las buenas cosas que esta extraña transitoriedad puede traernos es mayor sinceridad y realismo, cualidades alejadas de la superficialidad y el modo automático que muchos transitábamos en la vida AP. Brindo por eso.

 

Diseño Industrial: desarrollan cabinas de aislamiento

Diseño Industrial: desarrollan cabinas de aislamiento

El desarrollo IntubationBoX está destinado a pacientes en procedimiento de intubación. Dos dispositivos fueron donados al Hospital Iturraspe.

Docentes, graduados y graduadas de Diseño Industrial, carrera que se dicta en San Francisco, desarrollaron dos cabinas de aislamiento para pacientes en procedimiento de intubación, que permite realizar maniobras invasivas en vías aéreas. El desarrollo fue denominado IntubationBoX y ya fue donado al Hospital local.

Este material se entregó acompañado con un documento técnico de acceso libre para que el sistema de salud pueda fabricarlo y modificar especificaciones concretas que fueran necesarias, según el contexto donde podría utilizarse el dispositivo.

Pablo Ambrosino, Emanuel Badino, Matias Bordese, Sebastian Dovis, Lucio García, Agustín Losso y Valentina Sánchez es el equipo de diseñadores industriales del Instituto dr Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM que participaron del proyecto. También incluyó la labor de otro colega sanfrancisqueño, Diego Pintucc.

La iniciativa surgió para ofrecer soluciones de carácter abierto, gratuito y colaborativo al personal de salud y comunidad sanitaria en su conjunto para que pueda desempeñar su labor respetando protocolos establecidos en tiempos de pandemia y evitando riesgos.

El equipo de profesionales resaltó que fue fundamental la “interdisciplinariedad”, ya que intervino también un equipo de médicos integrado por Diego Lahournere, Juan Alejandro Camino y Pablo Vega.

Asimismo, comentó que se se encuentran en contacto permanente con el Centro de Operaciones de Emergencias de San Francisco (COE) para coordinar acciones conjuntas respecto a estas cabinas. Incluso, prevén futuras reuniones con entidades médicas para hacer entrega el documento técnico elaborado.

El diseño
“Con el brote de COVID-19 muchos pacientes infectados desarrollan insuficiencia respiratoria que requiere intubación endotraqueal. Dado que el coronavirus se transmite a través de gotas y aerosolización de fluidos de vías aéreas, el personal médico que se encuentra realizando la práctica se expone a un alto riesgo de contraer el virus durante el todo el proceso’’, resaltó el equipo.

Además, explicitó que el desarrollo está basado en el concepto inicial que se le atribuye al doctor Lai Hsien-yung, anestesiólogo del Mennonite Christian Hospital en Hualien (Taiwán). Al respecto, se enfatizó que los archivos y la información adicional, de acceso libre y gratuito, se encuentra disponible para ser utilizada por individuos y entidades sin fines de lucro en la replicación de este dispositivo.

‘’Se trata de un desarrollo de libre fabricación y construcción que no posee intención de remuneración y/o retribución alguna’. Tanto las instituciones participantes como los profesionales voluntarios reunidos en el desarrollo del proyecto no poseen fin de lucro alguno, siendo éste un aporte genuino a la comunidad’’, se destacó.

Características
La cabina es de acrílico desmontable y de fácil armado por medio de encastres de autolocalización, tiene la posibilidad de ser empaquetado en plano para enviar, almacenar o desinfectar.

Cuenta con amplitud en el rango de maniobras e ingreso de extremidades del personal sanitario a la cabina para realizar destrezas médicas sobre pacientes. Tiene acceso lateral para mangueras, cables, dispositivos y equipos, con tapas móviles de protección, asas integradas para el traslado y facilidad de manipulación de cabina.

Estudiante de la UNVM desarrolló cabina sanitizante

Estudiante de la UNVM desarrolló cabina sanitizante

Maximiliano Díaz, alumno de la carrera de Diseño industrial que se dicta en San Francisco, desarrolló una cabina de desinfección adaptable para personas, vehículos y objetos.

El estudiante avanzado de la carrera de Diseño Industrial que dicta el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas en la sede San Francisco, Maximiliano Díaz, desarrolló un proyecto denominado Sistema Modular Sanitizante Compacto. Se trata de una cabina de desinfección adaptable a personas, vehículos y objetos.

Según explicó, el funcionamiento consiste en ingresar al módulo y aguardar que el sensor de movimiento active la vaporización: “allí la persona debe girar en 360 grados y el cuerpo queda sanitizado”.

Maximiliano trabajó junto a un equipo interdisciplinario que incluyó ingenieros químicos, diseñadores industriales y operarios de la empresa que lo emplea con la intención de reactivar la producción de la fábrica en tiempos de pandemia.

“Después de que anunciaron la cuarentena armamos un grupo de investigación y desarrollo con todas las personas de la empresa que querían participar para poder tirar ideas o productos con los activos propios de la empresa, que son las materias primas y máquinas”, señaló.

Una vez definido el producto a desarrollar, el estudiante de la UNVM se enfocó en la estructura, de los cortes, la modulación y la optimización de costos: “la intervención no solo fue desde el diseño de la estructura, sino también en el desarrollo bajo el concepto de plataforma de producto. Es decir, un producto modular que puede encastrarse con diversos accesorios y resolver diferentes necesidades del medio, pudiendo crecer en tamaño sin colocar uno al lado del otro”, explicó.

Resultados

El futuro diseñador industrial comentó que el equipo de trabajo obtuvo una cabina sanitizante para personas que incluyó la posibilidad de incorporar accesorios o módulos para el lavado de manos y sanitización por ozono.

Junto a dos empresas más que se sumaron como aliadas, anexaron mayores funcionalidades al dispositivo: una dedicada a la producción de autos eléctricos desarrolló el medidor de temperatura de la cabina y otra, se enfocó sobre el sistema vaporizador y los productos químicos.

Esta última colaboración permitió desarrollar una solución química aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y que es posible utilizarla en personas.

‘’Con el mismo sistema podemos sanitizar automóviles, motocicletas y camiones. También desarrollamos una cabina adaptable a luz UV y una cinta para poder desinfectar objetos, cajas o lo que sea para tener una respuesta total y no solo para personas”, resaltó.

Charla sobre gestión y manejo de crisis

Charla sobre gestión y manejo de crisis

La actividad se llevará a cabo el miércoles 29 de abril, a las 17 horas, a través de la plataforma Zoom.

A través del Instituto AP de Ciencias Básicas y Aplicadas, el Instituto de Investigación y el espacio de Desarrollo Territorial, La Universidad Nacional de Villa María junto a la Fundación Banco Credicoop, organizan la charla virtual «¿Cómo Gestionar ésta Crisis? cuando yo estoy en crisis».

La licenciada Laura Strier, socióloga especialista en clima organizacional, estará a cargo de la actividad que tendrá como objetivo intercambiar ideas acerca de cómo se puede observar desde otra perspectiva el actual contexto de crisis producido por la pandemia del Covid-19, posicionarse y actuar en consecuencia.

Dirigida integrantes de diferentes sectores productivos, durante la charla se hará un repaso sobre herramientas de comunicación utilizadas y aquellas a incorporar.

En el contexto actual los roles de liderazgo cobran una relevancia distinta, ya que si en la vida cotidiana anterior a la pandemia las/los referentes eran observadas/os en su decir y hacer tanto por la comunidad como por las/los empleadas/os, en este momento particular esto se ve acentuado.

Ejes temáticos
-¿Cómo estamos parados para dar respuesta?
-¿Cómo estamos parados para gestionar la crisis?
-¿Estamos dispuestos a seguir aprendiendo?

Las personas interesadas en participar deben inscribirse previamente.
Inscripción

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